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domingo, 1 de julio de 2012

EL LÉXICO DE LA CRISIS



EL LEXICO DE LA CRISIS



Cristina Peri Rossi



En los años setenta, durante una de las cíclicas crisis del capitalismo, un periodista norteamericano diseñó un modelo robot de la mayoría de los discursos de los políticos y de los economistas. Consistía en media docena de sustantivos del mismo género (política, finanzas, democracia) en una columna; en la siguiente, una serie de adjetivos bien sonantes y vagos, y en la tercera, otra serie de adjetivos sonoros, todos femeninos. El periodista demostraba como se podía combinar cualquiera de esos sustantivos con dos de los adjetivos, de manera indiscriminada, y obtener un pomposo discurso ministerial que tenía un efecto positivo sobre los votantes. Frases como “ democracia representativa igualitaria” o “economía desarrollada emergente”, “política distributiva equiparadora” y cosas así.

Creo que el léxico de la crisis ha sido muy bien imitado por una de esas sátiras que circulan en Youtube; se llama The last laugh. Un periodista conversa con un profesional de la economía y éste le explica las “turbulencias” de la economía mundial globalizada (esos adjetivos intercambiables), la “volatilidad” financiera, la falta de “confianza” y algo de lo que pocas veces se habla: si los bancos concedieron tantas hipotecas fue porque los empleados recibían un plus salarial por suscribirlas, por lo menos en USA (¿alguien sabe si en España fue diferente? Cuarto misterio de la Santísima Economía). Me parece la mejor sátira sobre este “desorden financiero” en el que hemos vivido, llamado, mejor, perversión. Porque la perversión empieza cuando se desvirtúan los objetivos para los cuales algo se ha creado. No olvidemos, por ejemplo, que tanto el creador de la bomba atómica como el de la televisión sufrieron severas depresiones que los condujeron al suicidio. Por lo que estoy observando, en esta crisis del capitalismo pocos se suicidan: nadie se siente culpable, y los políticos son los primeros en lavarse las manos: inyectan dinero a los bancos (otra metáfora: la banca está enferma, ¿qué tendrá la banca? Hay que inyectarla). Sólo falta quien diga que todos somos responsables, como si usar bolsas de plástico fuera lo mismo que invertir en Productos de Alta Gama Financiera. Es decir: si todos somos responsables, nadie lo es. Hay algunas cosas que me gustaria saber. Por ejemplo, ¿Rodrigo Rato abandonó la gobernación del Fondo Monetario Internacional porque la vio venir? Estoy segura de que muchos lo sabían, pero nadie pudo atajarla. El problema no está en las hipotecas; está en la perversión de un sistema basado en la especulación y en la ingeniería financiera. Como Holanda en la época de los tulipanes.











3 comentarios:

Tortuga dijo...

En esta crisis parece que no hay culpables, nadie se llevo la pasta, nadie engaño a sus clientes, nadie estafó a nadie. O a lo mejor, estafaron todos, y por eso nadie levanta la liebre porque esta huntado hasta es tito, y mientras unos cuantos pringados curramos como cabrones, y al resto, a los que no curran, les ayuda su madre o sus hermanos... Eso... Que dan gana de hacerse delincuente, de robar la banca, de destrozar el monopoly.

Anónimo dijo...

Qué gran verdad Cristina. Aunque tal vez no venga a cuento por aquí, una noche tomándome algo con un amigo por Madrid, y hablando de poesía, me habló de ti, de forma además categórica: las poetisas siempre eran mejor que los poetas, y de las primeras tú además su favorita. Me hice con tus poesías completas (no tanto, pues sigues viva y escribiendo) y qué decir sino que le tuve que dar toda la razón a mi amigo. También me encantan tus relatos. En relación al léxico de la crisis, y a ese falso argumento de que hemos vivido por encima de las expectativas, escribí un pequeño cuento en mi blog taganana.wordpress.com

Juliett Farnesse dijo...

Genial. La deuda como muerte simbolica ademas y muerte real por demas. Crisis de la crisis. Esa palabra "perversion" no podia estar mejor empleada.