NOCTURNO PLUVIOSO EN LA CIUDAD
De noche, bajo la lluvia
De noche, bajo la lluvia
a lo largo de la avenida
la luz de una cabina telefónica
Un hombre llama ansiosamente
No hay tierra firme donde echarse a descansar
El hombre hace gestos con las manos
lejos un triángulo de luces amarillas
cómo resbala el agua en los costados
escaparates llenos de reflejos
el hombre dice: “Por favor, por favor”
un borracho junto a un árbol
Grandes rebajas
los autos pasan veloces:
si atropellaran a alguien no tendrían tiempo de detenerse
“Escúchame, por favor”, dice el hombre
dos muchachos fuman un poco de hierba
en los diarios de esta mañana leí algo acerca de una gran catástrofe
no sé si terremoto o bombardeo“Te quiero”, dice el hombre,
antropoide en la vidriera telefónica
cae la lluviaun travesti se pasea, pide fuego
los travestis siempre piden fuego y se pasean
el agua le moja la falda, le corre la pintura,
no se puede comprar cosméticos baratos,
murieron dos mil o veinte mil,
ya no recuerdo,
hay un cartel que destiñe con la lluvia:
“Compañero, tu muerte no será en vano”
(¿qué muerte no es en vano?)
Me gustaría saber adónde van las palomas con la lluvia
un locutor anuncia un detergente un bombardeo
“Escúchame”, dice el hombre,
se le acaban las monedas
Extraordinario show-sexy
Se ruega a las personas sensibles no asistir
Me dijeron que se trata de un caballo que fornica con mujeres
(la Sociedad Protectora de Animales protestó;
ninguna otra sociedad protestó)
es enorme la cantidad de personas no sensibles que hay,
según el cartel
Noches lluviosas donde cualquier suicidio es posible:
hasta el de una mariposa contra la ventana.
Del andén sale una música ambulante
el hombre no tiene más monedas
el travesti ligó
es increíble cómo en momentos decisivos algo nos falta
moneda o mirada
cigarrillo o mujer
a lo mejor se trataba de una inauguración, no sé bien,
o quizás era el destripador de alguna ciudad inglesa
Se queda un instante indeciso en la cabina
registra a fondo los bolsillos
(¿extraerá una pistola o un cigarrillo?)
“Vecchio, basso”, canta Mina en el amplificador
Una estrella de cine se consagró
un zapatero mató a su mujer
un padre a su hija
alguien bombardeó una ciudad
El hombre no encontró una moneda y se puso a caminar bajo la lluvia.
Cristina Peri Rossi
De: Europa bajo la lluvia, 1987
3 comentarios:
gracias por escribir
alguien entra en la cabina y huele a perfume de hombre y a sudor, mira el suelo y ve una moneda.
Qué suerte-piensa
marvelleux, espléndido me enamoré de ti hace veinte años y te he vuelto a reencontrar en los poemas...
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