AHORA
Hoy, cuando el encono y el resentimiento
han vertido toda su amarga bilis
y escanciado su rencor sobre otras tardes
otros días
a esta hora húmeda y rosada del atardecer
en una ciudad que vio cómo nos amábamos
puedo recordar con unción
una dulce época en que caminábamos
juntas de la mano y rodeábamos una plaza
silenciosa
-vergel, oasis milagroso en el la orbe profana-
y la intimidad era un dulce etéreo tejido
que nos rodeaba como una red
de la que nunca hubiéramos querido escapar
y nos mirábamos nos amábamos nos deseábamos
mientras las lentas luces de la noche encendían
sus teas amarillas
y todo era tan dulce
tan suave
tan cálido entre nosotras
como ahora es duro
penoso
frío distante
lejano
Hoy, cuando el encono y el resentimiento
han vertido toda su amarga bilis
y escanciado su rencor sobre otras tardes solitarias
puedo recordar con dulzura
una época no tan lejana
en que llorabas al separarnos un instante
y se abría un hueco en mi costado
un pozo oscuro que nada podía llenar
Entonces era imposible imaginar
este presente
esta ausencia que menudos quehaceres
sin amor cubren de pátina y de sinsabor
un tiempo que nos esnifábamos
con la fruición y el miedo
de quien sospecha que todo es pasajero
y no lo quiere pasajero
y se resiste a que sea pasajero
y detesta que sea pasajero
como el moribundo se resiste a morir.
Y sé que no podré decir nunca
ni podrás contar nunca
cómo pasó
cómo de aquel amor
surgió esta amargura
esta desconfianza
cómo la belleza se hizo espanto
y la alegría, dolor.
Alquimia demoníaca
fórmula abyecta
que consume las delicias más delicadas
y transforma en vulgaridad
lo que fuera celestial.
Y no habrá historia que contar
más que la triste historia
de un abandono.
Cuando abandonamos el paraíso
territorio de los ángeles
para vivir en la tierra
las mediocres rutinas cotidianas
y quizás algún sobresalto menos
una acatación a la norma
que merezca algún premio literario
o administrativo y el beneplácito social.
lunes, 9 de mayo de 2011
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15 comentarios:
INSUPERABLE.
Este sí, Cristina.
INSUPERABLE.
Este sí, Cristina.
Sin palabras.
me has matado.
MUy intenso.
C.F.
Luego de años de leer incansablemente tus poemas en la cama, el transporte público o en las azoteas, un poco desde la marginalidad de un país donde no se editan tus libros (México), encontré este blog.
Gracias por tus palabras Cristina. Mi corazón te debe tanto.
hermosamente nostálgico, gracias Cristina por ponerle poesía a esas horas que se llevan un poco de nosotros y nos dejan con la nostalgia, dulce y amarga a la vez.
Resuenan en la distancia los ecos de las voces de todos los que nos han dañado...Gracias por expresar con tu capacidad infinita, el dolor de momentos que parecían eternos.
en qué momento todo se vuelve cíclico?
es el intento de salir de lo cíclico lo que llamamos dolor?
imágenes, carcajadas, llantos, espantos, espanta-miedos, cosquillas, dolores, todo eso pensaba mientras recorría las letras de esta poesía.
gracias.
Maravilloso poema
Este poema fue como un rayo que me cayo justo en el pecho... me siento muy identificada, estoy pasando por un momento exactamente igual es mi vida, y como duele, como cuesta verlo, como cuesta aceptarlo...
hermoso...
saludos!
A mi este poema me pone los pelos de punta. Me duele la tripa, tanto que no soy ni siquiera capaz de poner mi nick... En fin... PD: Vaya mierda,no???
Te he amado, te sigo amando, te amaré.
Adiós Su.
Preciosa, pero tan triste como real.
Puedo recordar con dulzura
una época no tan lejana...
Cómo pasó...
Y no habrá historia que contar
más que la triste historia
de un abandono.
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